Apolo Toledo se alió con Nedjma Teatro por segundo año consecutivo para desarrollar el festival nacional de teatro Toledo Escena Abierta, una apuesta fuerte por el teatro reivindicativo, transgresor y filosófico, y que consideramos vital en nuestras vidas. Anoche finalizaron dos semanas intensas y exitosas en compañía de Talía y Melpómene. Nunca una resaca supo tan bien.
Toledo ha disfrutado de ocho días de puro teatro, con ocho compañías versátiles venidas de diferentes rincones de España (Madrid, Jerez de la Frontera, Barcelona y Valencia) y que lograron poner en valor el teatro contemporáneo y de vanguardia con propuestas atrevidas y de gran calidad, con una gran acogida entre los presentes. La inserción de este arte en la sociedad es básico para lograr entender mucho mejor el mundo que nos rodea. Por eso, TEA se ha vuelto imprescindible en la agenda anual de la ciudad. Este año se ha superado. El número de espectadores ha crecido considerablemente en esta decimotercera edición de Toledo Escena Abierta, un festival en continua expansión que siempre logra una conexión muy especial entre público y artistas, mediante obras cercanas, atmósferas inmersivas, mensajes reflexivos, profundos, y puestas en escena completamente arriesgadas. Ese es el secreto de su éxito: el riesgo. TEA incita y suscita a los asistentes, pero también premia el papel de los agentes principales: actores, directores, técnicos, etc, dándoles total libertad creativa y dejando escena abierta a cualquier proyecto atrevido, sin ataduras ni peros, crudo, sin cortar, y que difícilmente tendría cabida en una programación más comercial, en otros espacios predefinidos.
El Círculo de Arte se afianza como espacio de creación y exhibición, una alternativa palpitante a otros lugares de culto al teatro en Toledo como el teatro Rojas, con un contenido independiente, underground, pero no por ello de menor calidad.
Por Toledo han pasado las compañías Eslinga, Tras el Trapo, Los Sueños de Fausto, Recabarren & Alntzane Garreta, Ahogados, La Círtrica y la Zentraleta, que han dejado su rúbrica en forma de brillantes interpretaciones en el libro de visitas de este certamen con personalidad propia.
Larga vida al teatro. Larga vida al TEA.